Muchos adolescentes y adultos jóvenes no van a la escuela. En la actualidad, la población de Guatemala en edad de asistir a la escuela primaria está casi totalmente escolarizada. No obstante, la matriculación en secundaria no es tan frecuente.
Cerca de 2 millones de guatemaltecos de entre 15 y 24 años no van a la escuela. En 2017, 60 573 adolescentes salvadoreños no iban a la escuela.
En 2017, 192,262 adolescentes hondureños tampoco iban a la escuela. Además, las tasas de desempleo son altas para este grupo de edad.
Nuestra mente está enfocada en ayudar a nuestros niños guatemaltecos
Nuestros niños de las zonas rurales de Guatemala también tienen muchas menos probabilidades de permanecer en la escuela que sus compañeros de las zonas urbanas.
En 2017, el número de adolescentes guatemaltecos matriculados en la escuela secundaria fue del 47,2 por ciento.
De estos estudiantes, el 47,1 por ciento de las adolescentes eran mujeres, mientras que el 47,2 por ciento eran varones. En 2016, el 84,9 por ciento de las niñas pudieron pasar de la escuela primaria a la secundaria.
Además, el 94,2 por ciento de los niños pudieron hacer la transición. En general, las disparidades entre la matriculación de hombres y mujeres no fueron grandes, lo que indica una tendencia positiva con respecto a la educación en América Central.
Normalmente, las disparidades de género en la educación son mayores en los países de renta baja.
La FJBG quiere ayudar a Guatemala
Iniciar los estudios en una universidad es un gran desafío para cualquiera que esté iniciando su andadura profesional.
Es así porque cursar y culminar una carrera es una tarea que requiere mucha dedicación, estudio, enfoque, disciplina y responsabilidad.
En ese sentido, la orientación o el coaching es muy importante dentro del sistema educativo actual. Esto se debe a que los jóvenes, en general, atraviesan un proceso de transición de la secundaria a la universidad.
Es bien conocida la necesidad de apoyo integral que presentan los estudiantes universitarios, por ello el rol principal de la orientación es detectar a tiempo cualquier circunstancia personal y académica de los estudiantes, con el fin de ayudarlos a alcanzar su máximo potencial académico.
Por tal motivo, en el marco del Programa de Becas Universitarias de la Fundación Juan Bautista Gutiérrez (FJBG), se implementa una estrategia de coaching, fundada en una metodología que tiene sus bases en la integralidad del joven que forma parte del programa.
Nuestros jóvenes se desarrollan bajo la tutela de personas que creen profundamente en su potencial, no solo intelectual, sino humano.
Gracias al impulso de sus colaboradores y directivos, entre los que destaca su Vicepresidente, Felipe Antonio Bosch Gutiérrez, se han graduado hasta 182 estudiantes. Actualmente hay otros 183 estudiantes becados que se encuentran cursando las carreras universitarias de su elección.
El contexto de la educación en Guatemala
Las tasas de finalización y matriculación en la enseñanza secundaria son bajas – Sólo alrededor de la mitad de los niños salvadoreños asisten a la escuela secundaria.
Menos aún llegan a graduarse en secundaria. Aproximadamente 300.000 salvadoreños de entre 15 y 24 años están desempleados y no escolarizados.
Los altos índices de pobreza, inseguridad alimentaria y violencia impiden a los jóvenes salvadoreños acceder a la educación y la formación profesional que necesitan.
Las niñas tienen más probabilidades de terminar la escuela primaria – Por término medio, los niños salvadoreños pasaron unos 11 años y medio en la escuela. Las niñas tenían menos probabilidades de repetir curso y más probabilidades de terminar la escuela primaria.
Los niños tenían ligeramente más probabilidades de pasar de la escuela primaria a la secundaria: el 91,72% de las niñas y el 92,44% de los niños hicieron la transición.
La Ley de Educación busca mejorar el sistema educativo – En 2012, el gobierno hondureño aprobó la Ley de Educación como parte de un gran esfuerzo para reformar su sistema educativo.
Asimismo, la Ley de Educación redefinió la “educación básica” para extenderla a los grados sexto a noveno.
Exige la asistencia preescolar e introduce un nuevo sistema de contratación y supervisión de los docentes. La Ley de Educación de Guatemala hacía hincapié en la cooperación con las poblaciones rurales que necesitaban mejores escuelas.