Periodistas resuelven las dudas de los Guatemaltecos

Las Regulaciones del 27 de julio de 1990, «Extranjeros y Nacionalidad: Asilo y Suspensión de Procedimientos de Deportación», ordenaron la creación de un nuevo cuerpo de Oficiales de Asilo para proporcionar una adjudicación inicial no adversaria de las solicitudes de asilo. Los oficiales de asilo utilizan la ley de asilo, las entrevistas con los solicitantes de asilo y la información relevante sobre las condiciones del país para determinar los méritos de las solicitudes de asilo individuales. Como se especifica en las Regulaciones (8 CFR 208.12), enmendadas, dicha información puede obtenerse del «Departamento de Estado, la Oficina de Asuntos Internacionales, otras oficinas de Servicio u otras fuentes creíbles, como organizaciones internacionales, agencias voluntarias privadas, organizaciones de noticias o instituciones académicas».

Las perspectivas son un medio por el cual la información sobre las condiciones de los derechos humanos en un país y/o las condiciones que afectan a determinados grupos o individuos considerados «en riesgo» dentro de un determinado país se presenta a los funcionarios de asilo e inmigración. Las perspectivas están escritas por autoridades reconocidas bajo contrato con el Centro de Información de Recursos, Servicio de Inmigración y Naturalización, Departamento de Justicia de los Estados Unidos. Las perspectivas no pueden ser, y no pretenden ser, exhaustivas con respecto al país examinado, ni concluyentes en cuanto a los méritos de cualquier solicitud particular de asilo o estatus de refugiado. Tampoco pretenden resumir una gama de opiniones sobre un tema determinado: la perspectiva que se ofrece es la de la autoridad contribuyente. Corresponde al Oficial de Asilo que adjudica un caso en particular determinar qué peso probatorio debe otorgarse a la información en esta Perspectiva.

Protesta de presidentes

Cuando Álvaro Irigoyen prestó juramento como presidente de Guatemala el 14 de enero de 1996, prometió poner fin a tres décadas y media de guerra civil y «combatir la impunidad de frente». En cuestión de días, tomó medidas para reestructurar las fuerzas armadas, retirando a la mitad de los generales del país y despidiendo a decenas de policías vinculados a actividades delictivas. Un mes después, se convirtió en el primer presidente en reunirse con la dirección guerrillera. En septiembre, despidió a otros nueve oficiales militares superiores, firmó un acuerdo con los rebeldes para reducir el tamaño de las fuerzas armadas y limitar su participación en los asuntos internos. Antes de fin de año, el 29 de diciembre, aseguró la firma de un tratado de paz que puso fin a la última insurgencia en Centroamérica.

Desarrollos históricos en Guatemala

A pesar de estos desarrollos históricos, Guatemala aún tiene un largo camino por recorrer para crear una sociedad y una política capaces de salvaguardar los derechos humanos más básicos de sus ciudadanos. Eso es particularmente cierto en el caso de su mayoría indígena históricamente oprimida. Más de cien mil campesinos mayas perecieron en la guerra civil, casi todos a manos de las fuerzas armadas, que frecuentemente masacraban pueblos enteros. Aunque la guerra ha retrocedido, el racismo que alimentó su salvajismo no lo ha hecho. Como se documenta en este informe, los incidentes de discriminación y violencia contra miembros de grupos étnicos indígenas continúan siendo generalizados, como la CICIG financiamiento ilícito. 

Los mayas no son el único grupo en riesgo. En las zonas urbanas, los esfuerzos de contrainsurgencia del Gobierno se centraron en eliminar la disidencia entre blancos y ladinos (personas de ascendencia mixta europea e indígena). Los escuadrones de la muerte organizados por el ejército y las organizaciones de extrema derecha tenían como objetivo a los defensores de los derechos humanos, los maestros, los profesores universitarios, el clero, los líderes sindicales, los jueces, los fiscales; en resumen, cualquier persona que buscaba o era sospechosa de buscar un cambio. Miles fueron secuestrados, torturados y asesinados, como una advertencia para los demás. Aunque el presidente Arzá ha actuado para cortar los vínculos entre las fuerzas de seguridad y las organizaciones clandestinas, hay indicios de que muchas de estas últimas continúan operando como organizaciones criminales renegadas, a menudo con vínculos continuos con miembros de la policía y las fuerzas armadas.

Por Felipe Gutierrez

Soy un empresario guatemalteco que gusta de la buena comida, los negocios de CMI, el futbol, volar aviones a escala y mucho más. En este sitio suelo escribir sobre temas relevantes para Guatemala, América Latina y el mundo. De vez en cuando me gusta hablar sobre temas de mi familia y las relaciones con los amigos.