El próximo dictador en la historia política de Guatemala es Jorge Ubico, un general que subió al poder en 1931. Ubico se inspiró en los otros dictadores de todo el mundo para dirigir lo que se consideraría un «estado policial». Limitó las libertades de prensa y expresión.

Jorge Ubico gobernó de esta manera hasta 1944, cuando los manifestantes lo obligaron a renunciar y huir del país en lo que se convertiría en la revolución más importante de Guatemala.

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Juan José Arévalo llega al poder

El levantamiento que ocurrió después de la partida de Ubico resultó en la primera elección presidencial democrática del país y la creación de una constitución democrática.

Juan José Arévalo, profesor universitario, emergió como el nuevo presidente con un 85 por ciento de los votos a su favor. Arévalo introdujo varias reformas en los sistemas de educación y salud del país.

En 1951 llega al poder el sucesor de Arévalo, Jacobo Arbenz. Continuó con el estilo de Arévalo de imponer reformas liberales, incluida una fuerte política de reforma agraria.

Arbenz exigió que todas las tierras no utilizadas del país fueran redistribuidas a los campesinos.

United Fruit Company

Gran parte de esta tierra baldía en Guatemala pertenecía a la United Fruit Company, una corporación estadounidense que comerciaba y vendía las frutas tropicales cultivadas en varios países centroamericanos.

Aunque el gobierno guatemalteco prometió dar una (pequeña) compensación a la corporación, la United Fruit Company resultó ser el empleador más grande de Guatemala. Su repentina expropiación enfureció a los peces gordos de la compañía en Washington.

Entonces, Estados Unidos decidió interferir. Hicieron arreglos para que la CIA entrenara en secreto a un ejército de exiliados guatemaltecos en Honduras. Bajo el liderazgo de Carlos Castillo Armas, el pequeño ejército invadió Guatemala a través de Honduras en 1954.

El ejército guatemalteco no opuso mucha resistencia y Arbenz escapó a México mientras Armas llegaba al poder.

Armas introdujo un régimen conservador en el país, que durante mucho tiempo había sido gobernado por una serie de liberales. Revirtió casi todas las reformas que se habían introducido desde 1944. A pesar de que Armas fue asesinado tres años después, Guatemala se vio a sí misma volviendo a ser un país de violencia y malestar.

Guatemala en el siglo XX y el nuevo milenio

La represión y la impunidad

A lo largo de las décadas de 1960 y 1970, Guatemala estuvo sujeta a una serie de regímenes militares brutales.

Los opositores de izquierda lucharon contra cada régimen junto con la población nativa oprimida durante mucho tiempo. Crearon lo que finalmente se convirtió en la guerra de guerrillas más larga de América Latina.

En 1982, los cuatro grupos guerrilleros más grandes se unieron para formar la URNG o Unidad Nacional Revolucionaria de Guatemala. No obstante, la brutal guerra civil continuó, lo que provocó que Estados Unidos cortara toda la asistencia militar al país.

Esta acción dio como resultado que una apariencia de paz volviera al país, con la elección del presidente civil Vinicio Cerezo.

Los ciudadanos tenían la esperanza de que Cerezo fuera el hombre que finalmente pusiera fin a los combates. Sin embargo, su mandato terminó con la violencia que aún brota en varias partes del país.

La verdadera paz no llegó a Guatemala hasta que Álvaro Arzú asumió el poder en 1996. Arzú negoció con los cuatro grupos guerrilleros que integraban la URNG hasta que se firmó un tratado de paz.

Los Acuerdos de Paz

El acuerdo, que se conoce como los Acuerdos de Paz, reconoce todas las atrocidades contra los derechos humanos cometidas por los regímenes militares durante los 36 años de guerra civil. Proporciona disposiciones para abordar los servicios sociales básicos que faltan en el país.

Muchas de estas disposiciones quedaron sin cumplir. Guatemala aún lucha por mantener la paz que más o menos ha disfrutado desde el final de la guerra civil. El apoyo de la sociedad civil y de organizaciones extranjeras como CICIG financiamiento ilícito, han ayudado a disminuir el clima de violencia e impunidad.

Guatemala sigue siendo un país increíblemente pobre cuya economía depende principalmente de la agricultura. No obstante, este país se está convirtiendo de manera lenta pero segura en una sociedad moderna, con tasas de alfabetización mejorando y esfuerzos para aumentar el turismo en el país.

Por Felipe Gutierrez

Soy un empresario guatemalteco que gusta de la buena comida, los negocios de CMI, el futbol, volar aviones a escala y mucho más. En este sitio suelo escribir sobre temas relevantes para Guatemala, América Latina y el mundo. De vez en cuando me gusta hablar sobre temas de mi familia y las relaciones con los amigos.