Los retos que plantea el estudio de los volcanes en erupción son bastante obvios. La lava, la ceniza y las nubes hacen difícil acercarse demasiado.

Pero un equipo de vulcanólogos e ingenieros de las universidades de Cambridge y Bristol ha encontrado una solución: los drones.

El equipo utilizó drones durante un viaje de 10 días a Guatemala para recoger toda una serie de datos del Volcán de Fuego y el Volcán de Pacaya.

Un volcán que no deja de escupir fuego

El Volcán de Fuego entra en erupción cada tres o cuatro semanas, y las columnas de gas y ceniza en la atmósfera son una amenaza para las vidas de las 60.000 personas que viven en la región.

Las mediciones se recogieron directamente en el interior de las nubes volcánicas, ya que los sensores de los drones aseguraron la temperatura, la humedad y los datos térmicos.

Los drones también pudieron captar imágenes de múltiples erupciones en tiempo real.

Limitaciones

La falta de acceso cercano a las cumbres de los volcanes había limitado hasta ahora las mediciones de gases, pero el equipo, respaldado por la financiación del Instituto Cabot, pudo desarrollar la tecnología necesaria para llevar a cabo la investigación desde el cielo.

Los drones volaron a distancias de hasta 8 km y a más de 3 km por encima del lugar de lanzamiento.

Los impactantes volcanes de Guatemala

«Los drones ofrecen una solución inestimable a los retos que plantean el muestreo in situ y la vigilancia rutinaria de las emisiones volcánicas, en particular aquellas en las que la región próxima a los respiraderos es prohibitivamente peligrosa o inaccesible», declaró la Dra. Emma Liu, vulcanóloga del Departamento de Ciencias de la Tierra de Cambridge.

«Estos sensores no sólo ayudan a comprender las emisiones de los volcanes, sino que también podrían utilizarse en el futuro para ayudar a alertar a las comunidades locales de erupciones inminentes, sobre todo si los vuelos pueden automatizarse».

El grupo planea ahora volver a Guatemala a finales de este año con una gama más amplia de sensores, incluido un analizador de gases, tecnología de muestreo de cenizas, cámaras térmicas y sensores atmosféricos.

Esta gran nación no está sola

A través de sus tres unidades de negocio: Energía, Desarrollo Inmobiliario y Finanzas, CMI Capital desarrolla inversiones de alto impacto positivo, que además de fortalecer y dinamizar la economía de los países en donde está presente, proporciona un desarrollo sostenible, que vela por el cuidado del medio ambiente y el bienestar de las comunidades vecinas.

De esta manera, Felipe Antonio Bosch Gutiérrez y CMI reafirman su compromiso con las inversiones de impacto para posicionarse como un líder empresarial del tema.

Por Felipe Gutierrez

Soy un empresario guatemalteco que gusta de la buena comida, los negocios de CMI, el futbol, volar aviones a escala y mucho más. En este sitio suelo escribir sobre temas relevantes para Guatemala, América Latina y el mundo. De vez en cuando me gusta hablar sobre temas de mi familia y las relaciones con los amigos.