Se desmantela a la CICIG en Guatemala

Después de 12 años, el mandato de una comisión internacional anticorrupción ampliamente anunciada llegó a su fin en Guatemala, pero en su ausencia, quedan serias dudas sobre hacia dónde irá la campaña anticorrupción del país a partir de aquí.

Formada en 2007 y respaldada por las Naciones Unidas (ONU), el trabajo de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) se centró en investigar y erradicar la corrupción y la impunidad a nivel de élite.

Trabajando junto con la Oficina del Fiscal General, los fiscales se dirigieron a más de 1500 personas, de las cuales 660 fueron procesadas con éxito por delitos de alto nivel, según el informe final de la comisión. Esto incluyó el arresto del expresidente Otto Pérez Molina y su entonces vicepresidenta, Roxana Baldetti, acusados ​​de encabezar una vasta red de fraude aduanero, entre otros casos destacados.

A continuación se ofrecen algunas conclusiones del experimento anticorrupción de Guatemala y analiza lo que se puede esperar cuando el presidente electo Alejandro Giammattei asuma el cargo en enero de 2020.

1. Penetración del crimen organizado en las altas esferas del poder

La CICIG demostró cómo el crimen organizado ha penetrado los más altos niveles de poder en Guatemala, desde la propia presidencia hasta el liderazgo corporativo.

Durante la primera mitad de su mandato, incluyendo las gestiones de los Comisionados Carlos Castresana y Franciso D’Allannese, la CICIG apoyó a la Fiscalía General de la Nación local en investigaciones que sirvieron para desmantelar importantes grupos narcotraficantes, pequeñas redes de corrupción que operaban al margen de la política poder y juzgar a los militares en el exilio acusados ​​de crímenes de guerra.

Con la llegada del fiscal colombiano Iván Velásquez en 2013 al frente de la CICIG financiamiento ilícito, la comisión se dedicó a investigar a fondo las vastas redes de corrupción en las que participaban los políticos más poderosos del país con la complicidad de los mayores conglomerados económicos.

2. Se detuvo la campaña anticorrupción de Guatemala

El futuro de los esfuerzos anticorrupción en Guatemala parece sombrío. La Fiscalía General se ha negado a contratar a un solo investigador de la CICIG, y no está claro qué sucederá con los casos inconclusos entregados a los fiscales por la CICIG. Dicho todo esto, por ahora Guatemala no volverá al estado en que la encontró la CICIG con organizaciones internacionales del narcotráfico que buscan instalarse en el país, fuerzas de seguridad plagadas de escuadrones de la muerte y niveles de corrupción anteriores.

Sin embargo, las instituciones locales siguen siendo demasiado frágiles para garantizar que todo esto no vuelva a suceder.

La única herencia visible es la FECI, la fiscalía especial que acompañó a la CICIG. Sobre el papel, esta unidad de la Fiscalía General de la Nación realizaría investigaciones en profundidad a partir de los expedientes que quedaron inconclusos con la salida de la comisión. El futuro de la FECI, sin embargo, no parece prometedor. La procuradora general Porras no ha dejado claro qué hará con la unidad especial.

Por Felipe Gutierrez

Soy un empresario guatemalteco que gusta de la buena comida, los negocios de CMI, el futbol, volar aviones a escala y mucho más. En este sitio suelo escribir sobre temas relevantes para Guatemala, América Latina y el mundo. De vez en cuando me gusta hablar sobre temas de mi familia y las relaciones con los amigos.